Este sábado, en tierras cordobesas, se disputó esta media. Ya íbamos avisados del frío que nos esperaba, y de camino, veíamos como el indicador del coche marcaba -4º. Nos reíamos por que aún no eramos conscientes de lo que nos esperaba y dentro del vehículo íbamos calentitos. Al llegar a Puente Genil, la cosa había mejorado algo, +1º, pero el viento reinante, de +20km/h, producía una sensación de frío aún mayor, nos quedamos encogidos, "abutacaos". Pero allí estábamos, como valientes, desafiando las inclemencias y dispuestos a hacer una buena carrera. Cómo mandemos un "terrá" a los siberianos se van a enterar!
Calentamiento y a situarnos bien en la salida. Pistoletazo y a quitarse el frío, es un decir, pues ni corriendo se entraba en calor. Los primeros seis km por el pueblo no se notaba mucho el viento, pero, al salir, buscando el canal, comenzó el calvario, coincidiendo con una subida, al culminarla me acordé de un toro al que le ponen unas banderillas, la puntilla "jode". Constantes rachas de viento frío, preguntad a mis manos como terminaron, por momentos te frenaban, costaba respirar. Lo peor del km 15 al 18.
Pero había algo que tenía a favor: el ver como pasaban los km y mantenía un ritmo medio de 4'15''. En algún momento pensé en que no era la ocasión, pero pronto aparecía un pensamiento positivo: "mira todo lo que ya llevas, falta menos, que el sufrimiento tenga recompensa, tienes muy cerca el bajar de la hora y media.." Tuve suerte de engancharme a un par de corredores de un club de Écija, que llevaban ese ritmo, y, entre los tres mantuvimos el tipo.
Pasado el km 18, una bajada y la entrada al pueblo nos cambió el ánimo, lo peor había pasado y, salvo algo inesperado, el objetivo estaba cumplido. Encaro la recta de meta y veo el cronómetro, aún no me lo creo, pero se "para" en 1:29:04!!!, mejoro en diez minutos mi anterior marca. Me repongo con una cerveza y una buena hamburguesa y veo a Sergio llegar en 1:48:07!!, también mejora su marca y se consolida en estos tiempos, aprendiendo a sufrir.
Aún con las manos frías, pero contentos, nos venimos para casa.
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